Cuando pienses que no puedes con la oposición, recuerda por qué tomaste este camino. Cierra los ojos e imagínate a ti mismo en 4-5 años, con el trabajo que tanto has querido siempre, con toga o entre papeles de declaraciones tributarias. Pregúntate qué te llamó la atención sobre esa oposición. ¿Por qué registrador de la propiedad y no ingeniero agrónomo? ¿Por qué merecía la pena estudiar una oposición, aún sabiendo que era ardua tarea, en vez de comenzar a echar currículums?
Cuando pienses que no puedes con ello, recuerda por quién lo haces. Es tu futuro, y está solo en tus manos, aunque te parezca lejano y tras un camino empinado y embarrado. Caerás hoy, caerás mañana, te ensuciarás, te dará rabia. Pero quien no se levanta y sigue dando pasos hacia delante es porque no quiere avanzar. ¿De verdad vas a permitir que un charco en el camino te pare o te haga retroceder?
Cuando pienses que no puedes más, recuerda que no estás solo. Mira a tus lados.
A la derecha, todos los compañeros que también hemos empezado este viaje, cargados de maletas llenas de ilusiones y motivación, exactamente como la tuya. Algunos se quedarán por el camino, otros tendrán una ola de suerte y encontrarán la meta antes. Pero la mayoría pasaremos por los mismos baches, badenes y atascos que estás viviendo tú ahora mismo. Nos ayudaremos los unos a los otros dándonos la mano o empujando desde abajo para poder trepar el muro.
A la izquierda, no los olvides, están tu familia y tus amigos. No corren esta carrera, pero nadie los va alejar de la primera fila del graderío, donde te apoyan y te animan a seguir. En algunas ocasiones, se aburrirán y te prestarán menos atención o incluso te gritarán cosas mientras tú corres tu maratón que para ti no tendrán sentido. Pero estarán ahí, con botellas de agua y toallas para reconfortarte y que cojas fuerza.
Cuando pienses que no das más de ti, recuerda que ayer veías el mundo a tus pies. ¿Por qué hoy no? ¿Porque hay una nube negra encima de tu cabeza que amenaza con descargar una tormenta? No mires hacia arriba, mientra hacia delante, que la lluvia moja pero no mata.
Sobre todo y ante todo, cuando pienses que no puedes con ello, quítate esa tontería de la cabeza. Los únicos que no pueden son los que no quieren.
@icpinilla
Gracias!
ResponderEliminarGracias!
ResponderEliminarBua, carga las pilas! Gracias!
ResponderEliminarMuy interesante. Os recomiendo también este artículo escrito por un ex-opositor : http://www.oposicioneselite.com/elite/Actualidad/la_vulnerabilidad_del_opositor#.U1tm6VV_vTo
ResponderEliminar:) este me lo guardo para los momentos de nubarrones! Todísima la razón del mundo. Muchas gracias y a seguir!
ResponderEliminarTe recomiendo una novela sobre un opositor autonómico. Recién publicada. El título es "Interino" y la verdad es que nos cuenta cosas que nos son comunes. La vida en pareja del opositor, los exámenes orales, la relación con el preparador... No es alta literatura pero se lee con humor. Yo he disfrutado. Un buen rato para desconectar. Un abrazo y ánimo
Eliminarhttp://www.elcorreo.com/alava/v/20140422/rioja/javier-iribarren-menos-conoce-20140422.html
29 de abril de 2014, 10:02
He leído el artículo que ha puesto Jesús, y la verdad que no estoy del todo de acuerdo con algunas partes. Es verdad, que una retirada a tiempo es una victoria, y si este chico se retiró y es feliz, pues genial. A mi la vida de por sí ya me ha pegado fuerte, me puse a trabajar, en plena crisis y con hipoteca firmada para 40 años (llevaba dos pagando), me echaron porque sí y ni siquiera se suprimió mi puesto, contrataron a "otro mejor que yo"; mi ex novio me dejó por "otra mejor que yo", tu hipoteca que sigue y tú ya no tienes prestaciones, llevas una temporada estudiando, y como no puedes pagar el preparador pues vas y le dices: mire, D. XXX, no puedo pagarle me pasa esto..., y él te dice: bueno, pues nada, le deseo lo mejor... (ya vendrá "otro mejor que tú" que me pague), y luego tus "amigos" con el "vente y te relajas" y si no vienes y te relajas, tranquila, ya tenemos "otros amigos mejor que tú"..., hasta que un día después de año y medio de soportar a "todos esos mejor que tú", apruebas el test de jueces (y sin preparador!!, bien!!, me habías dejado tirada como un perro, mira sin ti también respiro... y eso que "tú también eres mejor que yo")...; así que, moraleja: si tenéis claro lo que queréis, no dejéis que toda esa chusma de la que estoy rodeada yo y que posiblemente rodeen a alguno de vosotros con otros nombres, dominen vuestros sentimientos, ni vuestras vidas. Si queréis llorar, hacedlo, pero porque queréis vosotros, no porque un mierda os diga que no valéis para nada y que hay otro mejor que tú; entre otras cosas, es la opinión de un idiota (o no idiota), y una opinión no deja de ser una posibilidad, que como tal, no existe. Si tenéis claro que queréis seguir aquí, hacedlo, si tenéis claro que no queréis seguir, hacedlo. Pero decidáis lo que decidáis, hacedlo por propia convicción y no por demostrar nada a nadie. A día de hoy me preguntan, tú qué quieres ser de mayor y sólo se me ocurre una respuesta: sólo quiero ser feliz.
ResponderEliminarÉste último comentario ha sido sencillamente increíble, los pelos de punta.
ResponderEliminarYo no soy jurista, pero si opositora, en concreto al cuerpo de maestros. Estos post son alentadores, porque hay dias que lo dejarias todo.Nunca olvideis porque comenzasteis este camino, todo trabajo da sus frutos
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